En esta época de regresos épicos, el de King Kobra quizá haya sido uno de los que más cirios le haya podido traer a San Judas (Priest) Tadeo patrón de los Comebacks imposibles.A día de hoy la banda nos presenta el segundo trabajo desde que ese esperado regreso
tomara forma en 2010, de ahí ese “II” aparentemente tardío, lógico por
otra parte si tenemos en cuenta que el titulo anterior “King Kobra” ya
tenía la clara intención de poner a cero el contador.Posiblemente más de uno de los que plantó los comentados cirios se tiré de los pelos
(cardados) ante lo que a primera vista parece un desprecio total a los
orígenes de la banda, desde otro punto de vista la traición no es tal sino
la perfectamente válida intención de plantarse totalmente en el presente,
sin que por ello la propuesta musical abandone el Hard Rock más clásico.
Es más, se pudiera decir que , este disco es un regreso al Hard Rock bluesero
más puro y duro que te uno se pueda echar a las orejas hoy en día.La propia apuesta por la (maravillosamente) rota voz de Shortino sigue más esa
tónica que continuar con cualquier imitador de Mark Free o Keeling que
pudieran haber encontrado. Shortino encaja a la perfección con las
harmonías más oscuras y con alguna disonancia blues que empapan este
álbum de personalidad. II es un disco de disfrute instantáneo, lleno de
temazos cañeros (muy cañeros algunos), con melodías espectaculares pero
alejadísimas del Party Rock tipo Bai Bang, por poner un ejemplo.