Hermann Frank, el segundo guitarrista de Accept, no se conforma con estar a la sombra de Wolf Hoffman y en apenas un año nos deja aparte dos trabajos de auténtico heavy metal de verdadero nivel. No es que le haga la competencia a sus compañeros, ni mucho menos, “Blood Of The Nations” es de los mejores discos editados en los últimos tiempos, pero hay que rendirse ante trabajos llamados a perdurar y no a pasar simplemente como segundos platos en la escena. Ya ocurrió la temporada pasada con el disco editado en solitario, cuyos ecos todavía resuenan en nuestra mentes, y ocurrirá con este nuevo proyecto emprendido por la sociedad formada junto a la vocalista Martina Frank, una mujer sin apenas notoriedad en el rock, salvo haber realizado segundas voces para UFO y algunas otras bandas, pero que es todo un descubrimiento.
Este trabajo de debut de Poison Sun está hecho a la medida de los seguidores ochenteros de marca teutona. No andan muy lejos de los propios Accept. Se deja notar ese sello de la guitarra en varios temas. En concreto “Phobia” lleva mucho esa honda, solo que en lugar de poner la voz rasgada de un tipo como Udo Dirkschneider o en la actualidad Mark Tornillo, ponemos a una aguerrida fémina que derrocha crudeza en sus formas. Un mérito del trabajo es que cada uno de los temas tiene algo distinto, sin estancarse en ningún momento. Fiel a los patrones por los que se corta el estilo desde hace tres décadas, pero pasando por cortes como “Voodoo”, con aire hard rockero a pesar de su pegada y contundencia metalera. Alternamos temas de ritmos pesados como este con cortes rápidos de riffs destrozacuellos como el de “Red Necks”, también la potencia de “Hitman” te hará mover la cabeza con fuerza. La velocidad de “Rider In The Storm” esta vez nos recibe con un solo de guitarra de los que te levantan del asiento para ponerte a hacer air guitar. Siempre con la energía latiendo es normal que salgan cortes como “Killer”, que hace honor a su nombre, totalmente explosivo. El homónimo corte es de lo más festivo, “Princess” tiene el estribillo más envolvente y currado, “Excited” se hace más power y melódico y el disco se cierra, después de 9 temas sin cuartel, con la balada “Forever”, donde podemos apreciar más nítidamente los registros de Martina Frank, sin falsetes, con una bestial consistencia.
Pues ahí queda eso. Un nuevo grupo con voz femenina al frente que recupera la clásica esencia del estilo, esa que casi se olvidó con tanta chica en el metal gótico. Comandados por un magistral hacha como Hermann Frank, espectacular en la guitarra en riffs y solos de la escuela tradicional a la que pertenece un veterano en la sombra en demasiadas ocasiones y que en los últimos tiempos se reivindica como algo más que una maquina en las rítmicas de Accept con escapadas como ésta donde él solo como único guitarrista se sobra y se basta para dar un recital de heavy metal old school.